Carlo Cabana (CC)
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Tras diez años viviendo en Terrassa ya tocaba hacer una reseña a esta gran superficie de nombre “Mercat de la Indepencia”. Fue un acierto venir el lunes ya que había poca gente y eso vino bien para las imágenes.
Vamos allá:
No me extenderé con la arquitectónica del edificio porque eso merecería un post aparte, no tengo ni idea de arquitectura y aunque se apreciar la belleza exterior, me centraré en el interior, que es donde está lo rico.
Podéis dar un paseo por sus largos pasillos y comprobar que está lleno de paradas, tiendas, negocios o como lo queráis llamar. El 97% de estos locales son dignos de pararte un rato para ver lo bien que están dispuestos los alimentos en cada vitrina, se nota cariño y amor por lo bien hecho.
Al lío:
En este mercado puedes encontrar cualquier cosa que necesites para tu cocina, para tu jardín, tu balcón, incluso para tu mueble de los zapatos. (Esto lo contaré al final ya que gracias a decidirme a hacer esta reseña, se me concedió una #Serendipia por parte de la diosa Providencia.
Espero no dejarme nada y a nadie.
Hay prácticamente de todo:
Puedes encontrar desde lo más clásico, como pollerías y hueverías, carnicerías, charcuterías, cansaladerías, pescaderías, fruterías, tiendas de comida preparada, de congelados y hasta una tienda de *bolets.
Si eres de los que se cuidan, existen también herbolarios, tiendas de comida ecológica, biológica, incluso tiendas para “gourmets”. Se agradece también que disponga de comercios con comida latina, así podemos probar sabores de otros lugares.
Uno de los espacios corresponde a La Factoría Social de Terrassa, que ya sabemos la gran labor que hacen. ¡Ah..! se me olvidaba que también podéis comprar flores.
Y aunque no venga al caso, también hay una Sirena, pero esta no suena…
Lo de la #Serendipia:
Al entrar por la que considero puerta principal, no, la de la plaza no, vi una tienda que no pega nada dado donde estamos, pero realmente fue la que llamó más mi atención. Una zapatería donde arreglan las suelas de las zapatillas de deporte y como mis *Asics de andar por el campo ya tienen el dibujo extra gastado, me vino de perlas saber que allí las podré traer. ¿Causalidad? No, yo lo llamo Serendipia. (ツ)
Y hasta aquí mi extensa reseña, la ocasión lo merecía. A continuación, las capturas de algunas imágenes.